El 30 de agosto se inauguró en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo la 31.ª Bienal Nacional de Artes Visuales. En el acto de apertura se dio a conocer el laudo de premiación, mediante el cual se concedieron nueve galardones de carácter igualitario así como un Gran Premio. De acuerdo con las bases, las obras premiadas pasan a integrar la colección del MAM, la institución pública más importante de arte moderno y contemporáneo en la República Dominicana.
Entre las piezas reconocidas, destaca la propuesta de David Pérez (Karmadavis), Lo que no se saca de raíz, vuelve a crecer, consistente en una palma real sembrada en un tarro y emplazada en el patio interior del museo. Esta obra ha suscitado un debate que aún se mantiene abierto. El Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP) y la Asociación Dominicana de Artistas Visuales (ADAV) han solicitado la anulación del premio, alegando que el jurado incurrió en incumplimiento de las bases establecidas por la Bienal.
El texto que sigue, escrito por Fermín Ceballos, se plantea como una respuesta a estas impugnaciones que podrían comprometer la institucionalidad y la legitimidad del certamen.